
Es poco más de la media noche y siento que estoy en el lugar equivocado: mi habitación. Un fin de semana en casa, frente a este péndulo que me hipnotiza, mi laptop. Siempre la idea de quedarme en casa me aterra, pero al rato pienso con criterio y se que es lo mejor. Me ahorro las resacas de la mañana, y la idea macabra de mi madre de que me...