Un día cualquiera en mi cuarto.
La vida en las cárceles, es muy difícil, uno no se lo desea a nadie, ni siquiera a sus enemigos porque pienso que son inhumanas, no están hechas para re-socializar al hombre o a la mujer, sino que están hechas para torturar física y psicológicamente a las personas, Pienso que hay que mantener la moral muy alta y no entregar los principios y asumir la cárcel como una trinchera de lucha donde tienen que seguir floreciendo las ideas y seguirse preparando y educando para transformar el país. ¿Pero qué hablo? yo no estoy en la cárcel, estoy en la residencia de la Universidad Peruana Unión, un internado con costumbres de otro Planeta.
Al menos mi compañero de habitación es mi amigo  (manuel), sin él ya hubiese muerto en el transcurso de mi cuarto al comedor, esos pandilleros alumnos del otro internado tal vez me atracan y me quitan todo y luego comercializan mis órganos en el mercado negro.
Pero no es el caso, esas caritas mienten, no son  mala gente. pienso que si me detendría  a tratar de socializar con ellos hasta serian buenos patas, pero eso lo dejare para mi otra vida, por ahora estoy bien sin acercarme a ellos.
No se si podre acostumbrarme a dormir a las 10pm y despertarme  a las 5am.  comer hamburguesas, pollito y pescado cualquier día, salir a las calles sin pedir permiso y que encima me den hora de retorno, si tener que escuchar la música los fines de semana de las discotecas que rodean el campus sera lo único divertido que tenga en este lugar, si tener que despedir a mis amigos en la puerta sea cosa de todos los días, lo que se es que tengo que cumplir con mi compromiso de castigo, y espero que el tiempo pase rápido. 

No piesen que este lugar es como en RBD o como Zoey 101, no señores esto es el maranguita! aqui haces lo que el Papi diga,